miércoles, 25 de febrero de 2009

La carta de Hamás a Obama

La misiva está en Jerusalén

La carta que un dirigente de Hamás escribió al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, todavía no ha sido entregada a su destinatario, sino que está en manos de diplomáticos norteamericanos en Jerusalén, según informó la Casa Blanca.

La carta fue entregada al senador demócrata John Kerry por responsables de Naciones Unidas en la Franja de Gaza cuando visitó este territorio junto con otros dos congresistas la semana pasada, según indican los medios locales.

A su vez, Kerry entregó la misiva, que según el diario 'The New York Times' fue escrita por el viceministro de Exteriores en el Gobierno 'de facto' en Gaza, Ahmed Yusif, al Consulado estadounidense en Jerusalén, donde todavía permanece.

"Por lo que he entendido, una carta fue entregada al senador Kerry y la carta está en el Consulado en Jerusalén. Son los únicos datos que tengo sobre ello", explicó el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, aunque no indicó que Obama la acabaría leyendo.

El Departamento de Estado ya señaló el pasado viernes que las autoridades están sopesando cómo debe ser abordada una carta de Hamás, grupo definido como terrorista por Estados Unidos y la UE. Washington ha manifestado que no puede negociar con Hamás hasta que el movimiento reconozca el Estado de Israel, renuncie a la violencia y respalde los acuerdos de paz.

Kerry recibió la carta, dirigida al presidente norteamericano, del director de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA), John Ging, pero éste no le dijo de quién era, por lo que el senador se enteró por la prensa, según su oficina.

Por su parte, mientras el propio Hamás ha negado haberle dado ninguna carta a Kerry, Yousif aseguró que actuó por su cuenta al enviar la misiva, informa la agencia palestina Maan.

domingo, 22 de febrero de 2009

Israel dice que informe de AI sobre ofensiva en Gaza presenta versión sesgada

Jerusalén, 23 feb (EFE).- El Ministerio de Exteriores de Israel respondió hoy a un informe difundido por Amnistía Internacional (AI) sobre la reciente ofensiva militar israelí en Gaza, que tacha de ser una "versión sesgada de los acontecimientos".

Investigadores de AI visitaron Gaza y el sur de Israel durante el reciente conflicto entre el 27 de diciembre y el 18 de enero, e inmediatamente después hallaron pruebas de crímenes de guerra y otras graves violaciones del derecho internacional humanitario, según rezaba el informe presentado poco después por la organización.

Al respecto, el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí manifiesta que "una investigación inicial sobre el informe indica que presenta una versión sesgada de los acontecimientos, y no se adhiere a los criterios profesionales y la objetividad".

Y antes de dar a conocer una respuesta más detallada sobre ese estudio preliminar, el Ministerio destaca que AI en su informe "ignora el hecho básico de que Hamás es una organización terrorista, reconocida como tal por la UE, EEUU y otros países. Esta organización constantemente ha rechazado reconocer a Israel, rechaza cualquier oportunidad de paz y abiertamente aspira a destruirlo".

Asimismo, Israel apunta que la organización no gubernamental con sede en Londres "no menciona el empleo deliberado por parte de Hamás de civiles como escudos humanos".

El Ministerio adelanta que AI no recoge que "de forma intencionada que Hamás ataca civiles israelíes e ignora la cifra: aproximadamente diez mil cohetes y proyectiles de mortero fueron disparados contra israelíes en los últimos ocho años".

Ante las acusaciones de que el Ejército israelí habría empleado munición prohibida, Exteriores afirma que "el armamento empleado por las Fuerzas Armadas de Israel se avienen tanto a la legislación internacional así como al uso que dan otros Ejércitos occidentales".

Israel aclara que su Ejército no ataca civiles de forma intencionada y que los testigos que dieron su testimonio a AI "son partes interesadas bajo presión del movimiento islamista Hamás, como han documentado numerosos medios independientes internacionales".

El estudio menciona que el informe de Amnistía se dedica exclusivamente a censurar a Israel mientras que "la comunidad internacional ha aceptado el hecho de que Hamás es el único responsable del enfrentamiento militar".

El comunicado se hace eco del término "proporcionalidad", cuyo significado -abunda- está descrito por la legislación internacional y acusa a AI de hacer un "uso erróneo y engañoso del mismo".

La organización internacional cita, entre otros, los ataques directos del Ejército israelí contra civiles palestinos y propiedades en Gaza, que violan la prohibición de lanzar acciones desproporcionadas.

También acusó a Israel de violar la legislación al emplear emplear fósforo blanco, lo cual tiene efectos indiscriminados cuando se utiliza en áreas civiles densamente pobladas.

Por esos mismos días, Hamás y otros grupos armados palestinos lanzaron indiscriminadamente cientos de cohetes contra lugares con población civil en el sur de Israel, denunció también en otro contexto Amnistía Internacional. EFE db/af

Un Tribunal Internacional condena a Israel por “crímenes de lesa humanidad” en Gaza


Publicado 23-02-2009 por Madrid Digital

El Tribunal Internacional sobre la Infancia afectada por la Guerra y la Pobreza, de la Misión Diplomática Internacional Humanitaria, a través de su presidente, Sergio Tapia, ha comunicado la primera sentencia internacional por “Crímenes de Lesa Humanidad y Genocidio sobre la Infancia Palestina” en la Franja de Gaza.


Este Tribunal Internacional de Conciencia, compuesto por 14 fiscales internacionales de Derechos Humanos de 11 países (9 de América latina, 1 de África y 1 de Asia), denuncia “los crímenes aberrantes y el avance sistemático del infanticidio contra los niños y niñas de la Franja de Gaza por parte del ejercito israelí, donde ha violado todas las Convenciones Humanitarias de Ginebra, todos las declaraciones Internacionales de Derechos Humanos, y ha puesto como método de guerra el ataque sobre la población civil”.


La Sentencia Internacional está integrada a la presentación de las pruebas de los ataques sobre la población infantil palestina y la violación a las leyes internacionales y al Estatuto de Roma, con testimonios de niños y madres, recopilados desde la Franja de Gaza, acompañado de las firmas y peticiones de miles y miles de personas de América Latina, España y Europa, África y Asia.


El Tribunal Internacional sobre la Infancia afectada por la Guerra y la Pobreza señala que la infancia palestina en la Franja de Gaza “ha vivido bajo el genocidio de las bombas, de las metralletas, y de la utilización como escudos humanos de los niños por parte del ejercito israelí”, donde hay 700.000 niños y niñas “que fueron sometidos a masacres, asesinatos, a crímenes contra la humanidad, al genocidio, al bloqueo humanitario, secuestro y a la destrucción de de sus escuelas, de sus hogares, de sus familias, de sus casas”


La condena recuerda el saldo de 6.600 muertos y heridos durante los 22 días que ha durado la operación militar israelí contra el movimiento radical islámico Hamás en ese territorio palestino, con 1.340 muertos de los que 460 son niños y 106 mujeres, según datos que el ministerio palestino de Sanidad de la Franja de Gaza.


Los heridos, ascienden a 5.320, entre los que hay 1.855 niños y 795 mujeres, además de que otros 55.000 palestinos han tenido que desplazarse de sus hogares por el conflicto. “Suficientes pruebas de la perpetración de las peores atrocidades que ha vivido la infancia palestina en la Franja de Gaza, un campo de concentración, un campo de matanzas, donde suman mas de 280 niños muertos y mas de mil niños heridos, cifra que aumenta día a día, un nuevo genocidio como el de Bosnia, el de Rwanda, el de Chechenia”, afirma el Tribunal.


Agrega en su condena que los actos llevados a cabo por las Fuerzas Armadas israelíes constituyen también una violación evidente del artículo 6 del Estatuto de la Corte Penal Internacional ("crimen de genocidio") y del artículo 2 de la Convención de 1948 para la prevención y prohibición del genocidio.


En las consideraciones que llevan a declarar al Ejercito de Ocupación Israelí culpable no sólo de crímenes de guerra y de crímenes contra la humanidad, de crimen de genocidio, se indica que "la codificación de tal delito en el Estatuto de la Corte Penal Internacional, tomado directamente de la Convención de Ginebra de 1948 y por lo tanto del Tribunal de Nuremberg, permite la atribución a muchos, si no a todos los conflictos de nuestra época, caracterizados un nivel tecnológico de las armas de guerra tan alto, que terminan por golpear siempre más a las poblaciones civiles que a las Fuerzas Armadas”.


“En efecto –aclara-, el artículo 6 del citado Estatuto enumera una serie de actos típicos de la actividad de guerra, hechos tales como "matar a los miembros de un grupo" o "causar graves lesiones a la integridad física o psíquica de personas que pertenezcan a un grupo", que se convierten en actos de genocidio si se llevan a cabo" con la intención de destruir total o parcialmente un grupo nacional, étnico, racial o religioso", definición esta última en la cual la "intención" es fácilmente demostrada en el caso de la destrucción de una "parte" del "grupo nacional”.


La gravedad de los crímenes están señalados en el artículo 5 del Estatuto de Roma (tipificando los crímenes de competencia de la Corte: genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra); se trata de determinar que los crímenes cometidos son los suficientemente graves para justificar la acción de la Corte Penal Internacional. La gravedad de los crímenes debe establecerse teniendo en cuenta no sólo la escala de crímenes y el número de víctimas, también la naturaleza y la forma que se cometieron, y la situación psicológica, social que afectaron a la población civil.


Para este Tribunal Internacional de Conciencia, Gaza fue convertida “en el mayor campo de concentración del mundo, siendo hoy el lugar más densamente poblado del planeta: tiene apenas 360 km2 donde viven 1.500.000 personas, de las cuales el 50 por ciento son menores de edad y 80 por ciento están por debajo del nivel de pobreza”.

Mentiras desde Gaza - La guerra sucia de Hamas

Por Fausto Bilosalavo publicado el 19 de febrero del 2009.

Nos han mostrado sólo las bombas y tanques israelíes, pero existe otra verdad que Hamas mantiene oculta: civiles usados como escudos humanos, ejecuciones sumarias, docenas de personas desaparecidas, robo de ayuda de Naciones Unidas, dinero embolsado por los líderes del movimiento.

A continuación los testimonios de palestinos que ya no quieren vivir más en el terror.

“Morir con nosotros es un gran honor. Iremos al Paraíso juntos o sobreviviremos hasta la victoria. Que sea la voluntad de Alá”. De esta manera los militantes de Hamas respondieron a las súplicas de los civiles palestinos para que no utilicen sus hogares como posiciones, durante la terrible ofensiva israelí en la Franja de Gaza, desde el 27 de diciembre al 18 de enero.

Ahora que se apagaron los reflectores internacionales, Panorama fue a ver qué sucede en Gaza y descubrió el otro lado de la guerra, tan sucio, que no se habla de ello: edificios enteros tomados como rehenes, la población usada como escudos humanos y, para los disidentes, incluso el riesgo de recibir una bala por ser “colaborador con el enemigo”.

Muy lejos de un peligro teórico: desde fines de diciembre, 181 palestinos, murieron por ejecuciones sumarias, baleados en sus piernas o torturados porque se oponían a Hamas.

Pero esto terminó: ahora el movimiento islámico que gobierna Gaza, con el Corán en una mano y un arma en la otra, quiere controlar todo, incluyendo la ayuda y la reconstrucción.

El edificio Andaluz en el vecindario de Al-Karama de la Ciudad de Gaza está reducido a un armazón de hormigón. Los israelíes atacaron con dureza y, a esta pareja palestina de mediana edad, no le queda nada excepto llevarse los escombros de un departamento que aún no fue terminado de pagar. Ellos nos acompañan entre los restos de las escaleras interiores, bajo la condición que, Panorama, utilice sólo sus nombres de pila. “Sabíamos que esto terminaría así. Desde los primeros días del ataque, los combatientes de la guerrilla de la “resistencia” palestina (“muqawemen”) se posicionaron en los pisos 12 y 13, con los francotiradores. Cada tanto intentaban, en vano, derribar uno de esos UAV (Vehículo Aéreo No Tripulado) que utilizan los israelíes”, dice Abu Mohammed, asintiendo con la cabeza. En el edificio, aún no terminado, vivían 22 familias: más de 120 civiles, incluyendo mujeres y niños. Los israelíes comenzaron a llamar a los teléfonos celulares de los inquilinos ordenándoles que desalojasen las instalaciones. Entonces, los militantes tenían un mensaje más explícito: un combatiente arrojó una bomba en el patio vacío del otro lado del camino sin ocasionar víctimas, pero abriendo un enorme cráter. “Una delegación de propietarios rogó a los militantes que se retiraran”, continuó el inquilino. “La respuesta fue: “Ustedes morirán con nosotros o sobreviviremos juntos”.

El 13 de enero, los F16 israelíes dispararon contra el edificio a las 9.30 PM. “Por la noche solíamos dormir en casas de nuestros parientes: estábamos a salvo, pero ya no teníamos un hogar y aún debemos pagar 9 años del crédito”, dice Om Mohammed, desesperada, con un velo en su cabeza. El Banco Islámico no concede excepciones.

En otro edificio en Gaza, en el vecindario de Al-Nasser, vivían alrededor de 170 civiles distribuidos en ocho pisos. Cuando los milicianos se posicionaron en el techo, un ex coronel palestino fue a negociar explicándoles que atraerían las bombas israelíes sobre los niños del edificio. “Será un gran honor si mueren con nosotros”, respondieron los defensores de Gaza. Como el oficial insistió, dispararon una Kalashnikov sobre su cabeza para deshacerse de él.

En Sheik Zayed, 20 kilómetros hacia el norte, un farmacéutico palestino fue atrincherado con su familia en el segundo piso de su condominio. Los militantes islámicos habían colocado una bomba - trampa en la entrada de la calle y se escondían en el tercer piso con el detonador. “Ellos querían hacer estallar el primer tanque israelí que estaba pasando. Intenté explicarles que la reacción sería furiosa y que dispararían incluso contra nuestros departamentos. Al final, para salvarnos, tuvimos que irnos”, acusa el farmacéutico con un halo de resignación en sus ojos.

En el distrito de Tel Al-Awa en Gaza, invadido por la incursión terrestre de Israel, existen personas que fueron tomadas como rehenes en dos ocasiones. “Llámeme Naji, que significa sobreviviente, porque si escribe mi nombre verdadero, ellos me matarán” suplica el propietario palestino. “Los hombres de Hamas llegaron, por la noche, para dormir bajo las escaleras. Primero en uniformes. Luego en ropas de civil y con armas ocultas. Nosotros intentamos cerrar con cerrojo la puerta, pero no había nada que hacer. El edificio entero fue utilizado, como escudo, por los milicianos y podía ser bombardeado en cualquier momento”.

Cuando los hombres de Hamas ganaron las elecciones en la Franja de Gaza, Naji estaba satisfecho con el cambio. Pero, ahora, los odia. “Ellos lanzan misiles (sobre Israel) con ningún otro resultado militar que la autodestrucción”, dice el sobreviviente. “Hacen esto para obtener dinero de sus patrocinadores iraníes y sirios”. Cuando llegaron los israelíes, los combatientes de la “resistencia” en el distrito habían desaparecido. Para hallarlos, los soldados entraron al edificio. Junto con los otros hombres del condominio, el palestino fue tomado prisionero durante un día y una noche. “Fui tomado como rehén en dos ocasiones durante la misma guerra”, suspira Naji. “Y, los hombres de Hamas, amenazaron incluso con ajustar cuentas al finalizar las hostilidades, porque había protestado”.

En otros casos, los matones de las Brigadas de Izzedine al-Qassam, el ala armada de Hamas, no se limitaron sólo a amenazas. Osama Atalla tenía 40 años y su hija más pequeña, Iman, había nacido cinco días antes. Él fue asesinado el 28 de enero, 11 días después del cese de fuego. Atalla era maestro de escuela primaria y activista de al-Fatah, el partido moderado del Presidente palestino Mahmoud Abbas, más conocido como Abu Mazen. “ Criticaba abiertamente a Hamas, pero nunca utilizó un arma en su contra”, afirma Mohammed Atalla, pariente de la víctima.

Los asesinos llegaron a su casa para arrestarlo, con dos vehículos todo terreno, llenos de gente armada. Con los rostros cubiertos mostraron credenciales de membresía de la seguridad interna palestina. “Sólo algunas preguntas de rutina. Lo traeremos de regreso dentro de la próxima media hora”, dijeron a su familia. El maestro fue torturado durante toda una noche. Después lo mataron, disparándole a quemarropa en la cadera, justo antes de dejarlo agonizando frente al Hospital Shifa.

“A partir de la guerra documentamos 27 ejecuciones sumarias. Otras 127 personas fueron secuestradas, torturadas o baleadas en las piernas. Al menos 150 personas fueron forzadas a permanecer bajo arresto domiciliario. No sabemos nada sobre el destino de 100 prisioneros de Hamas. Las cifras podrían ser más elevadas, pero existen muchos casos que no son reportados porque la gente está aterrorizada”. El reclamo a la guerra sucia de Hamas contra sus oponentes procede de Salah Abd Alati, miembro de la Comisión Independiente de Derechos Humanos en Gaza.

Desde Ramallah, la capital de la Margen Occidental donde gobierna Abu Mazen, los nombres de 58 personas, a quienes les dispararon en sus rodillas, se hicieron públicos.

Otros 112 palestinos tienen sus piernas rotas por golpes con barras de hierro o bloques de cemento. En su mayoría, son partidarios de al-Fatah: están acusados de colaborar con Israel en contra de Hamas. Desde Ramallah, el Ministro palestino de prisioneros y refugiados, Ziyad Abu Ein, habló de “terrorismo” y “crímenes cometidos contra el pueblo palestino”.

Una de las víctimas es Aaed Obaid, ex policía militar fiel a al-Fatah. Con sus ojos azules, una pequeña barba pelirroja y mejillas hundidas, yace desgarradoramente sobre un sofá en su casa en la Ciudad de Gaza. Bajo la manta oculta su pierna izquierda vendada. “El 26 de enero, alrededor de las 7 PM, estaba sentado afuera charlando con mi hermano”, dice. “Cuatro hombres armados y con sus rostros cubiertos llegaron en un vehículo plateado todo terreno, como los utilizados por Hamas. Me detuvieron, encapucharon, y me arrastraron. Yo no había hecho nada.”. Primero lo llevaron al centro de entrenamiento de las milicias, diciéndole que lo iban a ejecutar. Luego lo hicieron rezar y lo arrojaron nuevamente al auto. “En algún momento, se detuvieron cerca del Hospital Shifa y me obligaron a echarme al piso. Me dispararon dos veces con una Kalashnikov sobre mi pierna izquierda, sin siquiera decirme de qué se me acusaba”.

El hermano del hombre baleado, Obaid Adel, es uno de los prisioneros de al-Fatah liberados de la cárcel de Saraia, en Gaza Central, antes de que los israelíes la bombardearan. Con un prolijo bigote, ira en sus ojos. “Algunos prisioneros fueron heridos por las bombas y llevados a Shifa. Al menos siete fueron asesinados en sus camas del hospital”.

Luego de utilizar la guerra para resolver asuntos internos, ahora Hamas quiere controlar la distribución de la ayuda y la reconstrucción. También trató de confiscar la ayuda de la UNRWA, Agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos.

El 4 de febrero, los policías de Hamas confiscaron 406 raciones de comida y 3500 mantas destinadas a 500 familias palestinas. Al día siguiente, el Jefe de Naciones Unidas en Gaza, John Ging, declaró con firmeza para Panorama: “Es la primera vez y será la última que roban nuestra ayuda. Deben devolverla sin discutir”. Durante la noche, unas pocas horas más tarde, 300 toneladas de provisiones de alimentos fueron tomadas. La UNRWA decidió suspender la llegada de ayuda hacia Gaza hasta que los productos robados sean regresados. El 9 de febrero, los fundamentalistas se rindieron y regresaron todo, pero siempre buscan lograr consenso a través de la ayuda.

“Todo lo que llega a través de Rafah, el cruce fronterizo con Egipto, termina en las manos de Hamas. La distribución es manejada por los comités sociales de las mezquitas, de cuyo total el 90 por ciento es controlado por el movimiento islámico”, explica Mkhaimer Abusada, orador de Ciencias Políticas en la Universidad Al-Azhar de Gaza. Las listas de distribución, que favorecen a quienes apoyan a Hamas, son el arma de consentimiento en intercambio de ayuda. El pasado mes de enero, la policía detuvo los camiones de una organización humanitaria local, que trabaja para una ONG italiana. Querían las listas de distribución del agua.

Para encontrarnos con el Jefe de la ONG palestina, subvencionada por la Unión Europea y por la Agencia americana USAID, deambulamos, con cautela, por la noche. La cita es en Jabaliya. El Presidente de la ONG tiene miedo de Hamas, no de los israelíes. “Ellos quieren forzar a sus hombres para controlar la distribución”, acusa la fuente de Panorama. “Nos dijeron que no realicemos estadísticas de las casas destruidas. Conozco docenas de familias que sufrieron la agresión israelí, pero son discriminados en relación a la ayuda porque no apoyan a Hamas”.

En Beit Lahiya, al Norte de la Franja, la casa de Fatima está destruida en parte. “Fui a la Sociedad Islámica, una organización cercana a Hamas que se ocupa de la ayuda y la reconstrucción. Yo no voto por ellos. Resultó bastante extraño que no estuviera registrada en la lista de distribución”, dice la mujer de mediana edad envuelta en un velo multicolor.

Un periodista de Gaza perdió su bella casa de dos pisos. Le transfirieron 380 euros para un arreglo inicial. “Amigos de Hamas embolsaron 4000 euros. A un vecino mío que sólo tiene los vidrios de sus ventanas destrozados pero es uno de ellos, la ayuda llegó inmediatamente”, protesta el periodista.

A pesar del desastre, el movimiento Islámico declaró la victoria. Una amarga broma circula entre los palestinos de la Franja: “Un par de victorias más como ésta y Gaza desaparecerá de la faz de la tierra”. Pero algo está cambiando: una encuesta del Centro de Opinión Pública Palestino de Beit Sahour revela que el consenso por Hamas en la Franja cayó de un 51 por ciento en noviembre al 27.8 después de la guerra.

Trampas de Hamas en las que cae España

Pasan los días y nadie dice nada, siguen los muertos y los ajustes de cuentas en Gaza y nadie alza la voz. Ni siquiera Amnistía Internacional en su sección española, ya se sabe que estos son más puristas que ninguno. En Francia, por ejemplo, esta ONG denuncia los asesinatos, las palizas, las intimidaciones que Hamas está haciendo en Gaza con los que ellos consideran que no han actuado según sus criterios islámicos , disparan a las rodillas, seccionan cuellos, amenazan de muerte e intimidan de forma soez y cierta.

Pero para AI en España la primera página merece seguir siendo el castigo que somete Israel a la población palestina ignorando las decenas de miles de tonelada en distintos materiales de ayuda que han pasado desde el lado israelí y de los que hay documentación. Eso no importa, lo que vende y hace afiliados es ponerse frente a Israel, los desmanes que hagan los del Hamas no importan porque entre otras cosas si se denuncian pueden costar vidas. ¿ No es una moral de doble rasero. ?

Estamos cargando de nuevo al caballo demasiado, habrá un momento que se derrumbe porque no soporta el peso. Israel ha actuado en este conflicto como ningún país encima de la tierra lo ha hecho en otro de similar características, ninguno, y simplemente por ser un país que está incrustado en una zona que otros consideran islámica merece ser fustigado hasta la mentira más ofensiva.

Hamas ya está trabajando para llegar a otro conflicto, haces dos días de nuevo han sido destruidos túneles que no sirven para pasar comida porque la comida pasa en camiones, sino para material de guerra que será almacenado de nuevo en sótanos de escuelas, de hospitales regentados y controlados por ellos y residencias o casa particulares que serán rodeadas de niños de forma expresa. Es decir, exactamente igual que han estado haciendo hasta ahora.

¿Pero quien los denuncia? ¿ Los reporteros palestinos de periódicos europeos o los enviados especiales de occidente que para tener información ( y con ello comer ) necesitan el apoyo de Hamas para moverse en su zona de influencia? ¿ Las ONGs que para tener acceso a esos mismos teritorios necesitan la licencia de los terroristas.?

Lo que hay es mucho cinismo y mucha mentira en esto de Gaza, todos se dan golpes de pecho pero nadie llama asesinos a los del Hamas porque entre otras cosas no es lo mismo correr que huir y llamarles por su nombre a estos puede costar la vida, esta chusma no es Israel y allí los actos de justicia son aplicados con un cuchillo afilado y sobre la yugular. Y en España no se quieren enterar.


Gaza: los acuerdos con Hamas están condenados al fracaso


Por José Luis Martínez, 20 de Febrero de 2009
Las guerras asimétricas son muy difíciles de ganar y Hamas lo sabe y lo utiliza a su favor. Su estrategia de beligerancia de desgaste y de baja intensidad continuará.

(Desde Montevideo) TODA TREGUA ENTRE ISRAEL Y HAMAS parece a priori condenada al fracaso o a una vida efímera. Al menos, mientras que el grupo islamista no acepte las tres condiciones del llamado Cuarteto (conformado por Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y la ONU): el reconocimiento del derecho del Estado de Israel a existir con seguridad, el cese completo del terror y la violencia, y el cumplimiento de todos los acuerdos preexistentes entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina.

Hamas (fervor, en árabe, y también el acrónimo de Harakat al-Muqawama al-Islamiya: movimiento de resistencia islámico) es una organización palestina de carácter nacionalista y religioso (islámico, dentro de la rama suní). El objetivo de Hamas es el establecimiento, con capital en Jerusalén, de un Estado teocrático islámico en la región histórica de Palestina, lo que comprendería todo el actual territorio de Israel, más Cisjordania y la Franja de Gaza. La carta de principios del movimiento de resistencia islámica, hecha pública el 18 de agosto de 1988, es muy explícita y así se mantiene hasta hoy. Su objetivo prioritario es destruir Israel.

MISILES INCESANTES

Efectivamente, desde la finalización de la operación israelí Plomo Fundido, las organizaciones en la Franja de Gaza –lideradas por Hamas– siguen lanzando misiles y obuses de mortero, contra blancos civiles y militares en Israel. Los misiles son dirigidos contra objetivos que permitan maximizar el número de muertes civiles, lo cual es definido como terrorismo por la legislación internacional.

“Hamas tiene unos 13.000 miembros, divididos en varias unidades y se calcula que las Brigadas de Azedín Al-Kasam tienen unos 25.000 combatientes” Pese al fin de la escalada militar abierta, Hamas sigue invirtiendo todos sus esfuerzos en el intento de recuperar su poderío, con ayuda de Irán con la que comparte el objetivo de destruir a Israel, en vez de reconstruir la infraestructura en la Franja de Gaza. Incluso, el portavoz de la UNRWA, Christopher Gunnes, reconoció que uniformados de Hamas se apoderan de la mayor parte de la ayuda humanitaria que ingresa a Gaza tras el fin de la escalada militar abierta.

Gaza está bajo el dominio de Hamas desde junio de 2007, cuando sus fuerzas islamistas derrocaron del poder a la Autoridad Palestina, dirigida por Fatah, que ha mantenido el control sobre los territorios de Cisjordania y que es el gobierno reconocido de los territorios palestinos por la comunidad internacional y con el que dialoga el gobierno israelí.

La organización islámica se divide, principalmente, en dos ramas. La política surgida de la lista Cambio y Reforma que se presentó a las últimas elecciones, ostenta el poder en Gaza. Mientras el brazo armado, las Brigadas de Azedín Al-Kasam, son las encargadas de mantener la lucha contra Israel. Hamas tiene unos 13.000 miembros, divididos en varias unidades y se calcula que las Brigadas de Azedín Al-Kasam tienen unos 25.000 combatientes, equipados con rifles de asalto, granadas, armas antitanque y unos 40.000 cohetes.

1988: EMPIEZA EL CONFLICTO

El pasado 14 de diciembre, el líder de Hamas, Khaled Meshaal, anunció que no renovaría la tregua de seis meses de duración que Egipto había negociado entre Hamas e Israel. “En 1988, Hamas hacía público un extenso manifiesto cuyo eje central es la destrucción del Estado de Israel a través del Jihad”

Anunciamos que la calma entre nosotros y el enemigo sionista ha terminado por completo y no será renovada como resultado de la negativa de la ocupación a cumplir sus condiciones y obligaciones fundamentales, señaló en un comunicado las Brigadas de Azedín Al-Kasam.

El 19 de diciembre Hamas comenzó a disparar tres tipos de misiles y morteros diferentes contra las comunidades del sur israelí. Israel emprendió ataques aéreos masivos en la franja el 27 de diciembre y luego comenzó una ofensiva por tierra en Gaza el 3 de enero. La campaña militar se extendió durante 22 días.

Sin embargo, ese no fue el comienzo del conflicto. La confrontación la inició el grupo islamista cuando en 1988. “El Día del Juicio no llegara hasta que los musulmanes no luchen contra los judíos y den su muerte…, dice el artículo 7″ Ese año, Hamas hacía público un extenso manifiesto cuyo eje central es la destrucción del Estado de Israel. En 36 artículos, promueven como principal objetivo la destrucción del Estado judío a través del Jihad (la guerra santa islámica). En el preámbulo del documento rector afirma: Israel (…) continuará existiendo hasta que el Islam lo destruya, de la misma manera que ha destruido a otros en el pasado.

Hamas rechazó siempre un acuerdo de paz con sus vecinos israelíes. Las iniciativas, y las llamadas soluciones pacificas y conferencias internacionales contradicen los principios del Movimiento de Resistencia Islámica… Estas conferencias no son más que un medio para designar infieles como árbitros en las tierras del Islam… No existe ninguna solución al problema palestino sino por medio del Jihad. Las iniciativas, las propuestas y las conferencias internacionales no son sino una pérdida de tiempo, un ejercicio inútil, según el artículo 13 de su carta de principios.

APOLOGÍA DEL ANTISEMITISMO

El movimiento fundamentalista también condena al tratado de paz entre Israel y Egipto, según el artículo 32. Egipto fue, en gran medida, apartada del ámbito de la lucha debido al traidor Acuerdo de Camp David. Los sionistas intentan conducir a otros países árabes a acuerdos similares con el objeto de alejarlos de la lucha… Abandonar la lucha contra el sionismo es una alta traición, y despreciado será quien perpetre un acto igual.

La carta del grupo terrorista también instiga al antisemitismo. El Día del Juicio no llegara hasta que los musulmanes no luchen contra los judíos y den su muerte…, dice el artículo 7. “El enfrentamiento no terminará hasta que el grupo palestino extremista no abandone los principios que lo rigen: la destrucción de Israel”

Los enemigos se encuentran tramando hace mucho tiempo… y acumularon abundantes e influyentes riquezas materiales. Con su dinero tomaron control sobre los medios mundiales de comunicación… Con su dinero incitaron revoluciones en varios puntos del planeta… Estuvieron por detrás de la Revolución Francesa, de la Revolución Comunista y de casi todas las revoluciones de las que hemos escuchado… Con su dinero formaron organizaciones secretas –tales como la masónica, los clubes Rotary y de Leones– que se expandieron en todo el mundo con el objeto de destruir sociedades y llevar a cabo los intereses sionistas… Ellos estuvieron por detrás de la Primera Guerra Mundial… y formaron la Liga de las Naciones a través de la cual pueden controlar el mundo. Estuvieron detrás de la Segunda Guerra Mundial y por medio de la misma lograron grandes ganancias financieras… No hay guerra en la que no se encuentren puestos sus dedos, sostiene Hamas en el artículo 22.

La trama sionista no tiene fin, y luego de Palestina, aspirarán a expandirse desde el Nilo hasta el río Eufrates. Cuando hayan terminado de apropiarse de la zona en la que pusieron sus manos, seguirán adelante para seguir su expansión…, indica el artículo 32. Agrega que Hamas se considera a sí mismo como la delantera y vanguardia en la lucha contra el sionismo mundial… Los grupos islámicos en todo el mundo árabe deben hacer lo mismo, puesto que son los mejor preparados para su futuro rol en la lucha contra los provocadores judíos.

PROYETO POLÍTICO

El conflicto con Hamas no se inició con la incursión israelí en Gaza, ni siquiera en los últimos ocho años cuando los islamistas palestinos intensificaron sus ataques misilísticos contra los judíos desde la franja; comenzó con la decisión del grupo terrorista islámico de destruir el Estado de Israel según se afirma su carta política. “Desde 2001, Hamas y otros terroristas en Gaza han lanzado más de 10.000 cohetes y morteros contra Israel” En consecuencia, el enfrentamiento no terminará hasta que el grupo palestino extremista no abandone los principios que lo rigen: la destrucción de Israel.

Hamas se considera a sí mismo como la delantera y vanguardia en la lucha contra el sionismo mundial… Los grupos islámicos en todo el mundo árabe deben hacer lo mismo, puesto que son los mejor preparados para su futuro rol en la lucha contra los provocadores judíos, según dice el artículo 32 de su carta política.

Sin lugar a dudas sus acciones van en consecuencia con su proyecto político. Desde 1989, la organización terrorista –como ha sido catalogada por la Unión Europea y los Estados Unidos– ha llevado a cabo más de 100 ataques de gran envergadura contra Israel, causando la muerte de más de 500 personas.

Desde 2001, Hamas y otros terroristas en Gaza han lanzado más de 10.000 cohetes y morteros contra Israel. Durante la tregua de seis meses acordada con Israel, con mediación egipcia, Hamas lanzó cerca de 400 cohetes y morteros contra Israel. Un conflicto calificado de baja intensidad –pero de alta intensidad para la población israelí del sur–, que por cierto no le preocupó en exceso a la comunidad internacional.

ESTRATEGIA DE DESGASTE Y BAJA INTENSIDAD

Sin duda habrá acuerdos, conferencias, enviados, reuniones y liberaciones para permitir nuevas treguas entre israelíes y palestinos, pero la solución de fondo está aún demasiado lejos. En los últimos años ha habido períodos de calma que han durado meses, pero mientras Hamas controle Gaza, no habrá paz para los israelíes y para los palestinos que quieren convivir con sus vecinos.

Las guerras asimétricas son muy difíciles de ganar y el grupo terrorista lo sabe y lo utiliza a su favor. Su estrategia de beligerancia de desgaste y baja intensidad continuará, con renovadas fuerzas irregulares, y amparado en sus redes sociales y religiosas para controlar la calle árabe, la que luego utiliza como escudos humanos a la hora de los enfrentamientos abiertos. El problema se sigue llamando Hamas. Lo dice su violenta historia. Todo lo que sucede hoy es la consecuencia de sus acciones y su proyecto político, estampado en su carta de principios que lo rige desde su fundación.