miércoles, 8 de octubre de 2008

Irritación de la familia de una de las víctimas

Video muestra a Kuntar entrenando con el Hizbollah

Un reciente video filmado en el Líbano muestra al terrorista liberado Samir Kuntar entrenando militarmente, con miembros del grupo extremista chiíta Hizbollah.
Kuntar fue miembro de una célula que asesinó a cuatro israelíes, tras infiltrarse en el norte del país, en 1979. En esa oportunidad, Kuntar asesinó a Dani Harán y a su hija de cuatro años a golpes de culatazo en la cabeza.
El gobierno de Ehud Olmert liberó a Samir Kuntar en un intercambio con la organización terrorista Hizbollah, a cambio de los cadáveres de los soldados Ehud Goldwasser y Eldad Reguev.
La familia de Eliahu Shajar, asesinado cuando la célula dirigida por Kuntar arribó a las costas de Naharia, a fines de los años setenta, se mostró perturbada por las imágenes del video pero no sorprendida.
"El intercambio de Kuntar fue despreciable. Dijimos desde el primer momento que es algo nos vamos a arrepentir", dijo Ioram Shajar.
Los familiares de Eliahu Shajar mantuvieron que el video es solamente la punta del iceberg y que Kuntar realizará en el futuro atentados más grandes contra Israel.
El video muestra al asesino Kuntar, que en el país del cedro, fue recibido como un héroe, con visible exceso de peso probando distintos armamentos junto a miembros del grupo fundamentalista chiíta.

martes, 7 de octubre de 2008

Democracia ciudadana

El dilema a resolver en el Oriente Medio

Los principales líderes políticos libaneses, convocados por su presidente, Michel Sleiman, buscaran esta semana un arreglo definitivo a la crisis nacional. Aunque es muy probable que el encuentro a realizarse en el Palacio de Baabda derive en una nueva desilusión.
El estado del Líbano y Hezbolá -armado y constituido en un estado paralelo dentro del estado legal- no pueden coexistir

El estado del Líbano y Hezbolá -armado y constituido en un estado paralelo dentro del estado legal- no pueden coexistir

Por George Chaya

Los principales líderes políticos libaneses, convocados por su presidente, Michel Sleiman, buscaran esta semana un arreglo definitivo a la crisis nacional. Aunque es muy probable que el encuentro a realizarse en el Palacio de Baabda derive en una nueva desilusión. Algunas partes insisten en conservar sus armas argumentando que el Estado no es fuerte ni capaz. Lo cierto es que mientras las armas estén en manos de una parte libanesa será muy difícil el logro de un estado fuerte y una democracia plena y moderna.

Se trata de la primera ronda de diálogos sobre la reconciliación nacional, una de las condiciones del pacto de Doha destinado a "implantar la autoridad del Estado libanés en todo el territorio del país", de allí que los principales puntos a tratar refieran a la seguridad interior y la estrategia de defensa nacional, es decir, la relación que habrá en el futuro entre Hezbolá, el principal grupo armado y el Ejército libanés.

Hezbolá ha puesto tres condiciones para que el diálogo alcance el éxito: a) “Que los participantes admitan que el Líbano sólo tiene un enemigo: Israel"; b) Que coincidan en que "hay que construir un Estado fuerte, justo y capaz", y c) Que "se aseguren los recursos necesarios para la liberación de la tierra y la defensa del Líbano mediante una estrategia nacional de defensa", en lo que configura una alusión directa a la preservación de las armas de Hezbolá, cuya necesidad es justificada por los líderes chi’ítas como resistencia a la ocupación israelí de territorios.

Al mismo tiempo el máximo líder del partido de Dios, sheikh Hassan Nasrallah, ratifico que el grupo no se desarmará aun en el caso de que Israel se retire de las Granjas de Shebaa, algo que hace dudar de las posibilidades de éxito del diálogo en cuestión, dado que la mayoría parlamentaria insiste en que el grupo chiíta entregue sus armas de forma definitiva.

Mientras tanto, el Ministro de Exteriores español Miguel Ángel Moratinos aplaude el dialogo nacional, culpando duramente a Israel de incumplir y violar la Resolución 1701 CSONU y se regocija por el papel que vuelve a jugar Siria en la “pacificación” del Líbano. Al tiempo, la economía del país no es de lo mas favorable para ayudar al pretendido dialogo nacional. Los alimentos y productos básicos por nombran uno, el litro de leche, cotiza a 30 dólares estadounidenses para la población que percibe un salario base de unos 300 dólares mensuales.

Volviendo a lo político, el coordinador especial de las Naciones Unidas para Líbano, Johan Verbeke, ha sido “trasladado del país” la semana pasada debido a amenazas contra su seguridad personal, así informó el pasado viernes el diario local Daily Star. Una fuente de seguridad cercana a las Naciones Unidas me confirmó desde Chipre que Verbeke "salió por razones de seguridad". De acuerdo con esta misma fuente, "se halló una amenaza en un website islamista Al-Ikhles (cuyo servidor es Piradius.net en Malasia) que proclama la extensión de la revolución islámica en Líbano, Jordania y Egipto, ante lo cual Naciones Unidas decidió tomar en serio tales amenazas". El diplomático belga había sido nombrado coordinador especial para Líbano el 16 de abril. Ahora fue trasladado y designado nuevamente representante especial y jefe de la misión de observadores de la ONU en Georgia tras estallar el conflicto entre Georgia y Rusia a finales de agosto. El periódico belga Le Soir publicó el jueves que Verbeke se fue de Líbano debido a "reiteradas amenazas de fundamentalistas islámicos extremistas" y a un requerimiento urgente de traslado emitido por la Secretaría General de la ONU.

Si bien estas anomalías están llevándose a cabo abiertamente y sin rodeos contra el Líbano y el pueblo libanés, los países árabes llamados moderados, la Unión Europea, el Estado de Israel, los EE.UU., las Naciones Unidas y el resto del mundo libre continúan observando con indiferencia estos hechos desde los últimos 3 años y han limitado sus posturas a la mera retórica y al contexto de vacíos comunicados de prensa y declaraciones de condena.

La mayoría de las naciones europeas, así como muchos otros países influyentes se engañaron a sí mismos en el pasado al creer falsamente que Hitler podía ser apaciguado y controlado, los hechos y la historia demostraron posteriormente la magnitud del error y el costo en millones de vidas humanas de esas políticas apaciguadoras. Algo similar se observa en el presente con los movimientos islamistas.

La realidad indica que “el estado del Líbano y Hezbolá -armado y constituido en un estado paralelo dentro del estado legal- no pueden coexistir” así lo ha señalado la diputada y parlamentaria libanesa Nayla Mouawad en una valiente declaración días pasados al Diario An Nahar y pareciera que sus declaraciones son razonables y realistas.

El argumento de la resistencia va perdiendo vigencia, y se asemeja más a una excusa inconsistente que a un postulado inteligente. La influencia occidental y su presencia militar en el mundo árabe “ha sido ininterrumpida en el devenir de la historia” y ello no cambiara. Siempre ha existido de una manera u otra. Durante la Guerra Fría hubo movimientos islamistas aliados con Occidente para confrontar la expansión comunista de la ex Unión Soviética. En general y con algunas excepciones, estos grupos han focalizado sus acciones en liberar las tierras árabes de cualquier presencia extranjera, pero todo el mundo conoce que tales grupos se aliaron a occidente cuando les resulto funcional y el claro ejemplo de ello es cuando antepusieron intereses económicos a los postulados de sus movimientos de liberación en favor de un programa pan-árabe nacional y popular durante el liderazgo de Abdel Nasser en los años 50, 60 y hasta entrados los 70. En ese período, es cierto que hubo una victoria parcial de los panarabistas, aunque no fue una victoria total. La presencia militar y económica extranjera permaneció en varios estados árabes que no estaban sojuzgados precisamente por occidente, sino que buscaban a occidente para hacer negocios y solicitaron su ayuda militar para sostener sus gobiernos, en muchos casos conducidos por dictadores.

En el caso de Afganistán, hubo una abierta y amistosa alianza en lo militar entre fuerzas occidentales-islámicas con la meta de combatir a la ex Unión Soviética. Por consiguiente, carece de sustentación argumental lo que se sostiene respecto de la presencia militar extranjera y que ella sea una causa directa del surgimiento y el avance del islamismo yihadista. Es por tanto un error considerar que las operaciones llevadas a cabo por los movimientos yihadistas o los sucesos en Argelia, Sudán, Afganistán, Pakistán, Irak, Líbano o Gaza tengan que ver con la presencia militar extrajera en la región.

La ideología es el “leiv motiv” y el elemento de mayor relevancia en la conducta de estos movimientos. Los islamistas radicales sostienen que es necesario regresar el mandato del Islam a los estados árabes y musulmanes, tal como fue en la antigüedad. Una vez cumplido esto, quieren extender el mandato islámico más allá de la geografía árabe. Este es el objetivo y la mayor y más firme motivación de esos grupos, más aun que la existencia o no de bases militares españolas, británicas, alemanas o estadounidenses en el mundo árabe. Los yihadistas mantienen la idea del retorno al Siglo VII y la instauración del califato universal. Si occidente contrapone a ello sentido común y respeto por la libertad y la democracia, los postulados de los yihadistas tendrán tantas posibilidades de prosperar como que la Rusia actual vuelva a ser gobernada por los Zares. Aunque tal y como van las cosas, no estaría tan seguro del sentido común de occidente

La cosmovisión de los islamistas en implementar la sharía básicamente no dista de lo que se conoce en occidente como la ley marcial. Cuando los sucesivos gobiernos militares han tomado un gobierno en occidente lo usual era que instauraran el “estado de sitio y la ley marcial”. Cuando los islamistas llegan al poder declaran la aplicación de la sharía, estas conductas autoritarias no distan una de las otras.

Dicho de otro modo, “la formación de movimientos generados sobre una base sectaria en el mundo árabe no es menos peligroso que formar un partido sobre una base racial en occidente y ello no difiere de una suerte de retorno al nazismo”, pues lo que se destaca como más importante y donde ambas corrientes confluyen es en aterrorizar a la personas y atacar la libertad y los cimientos mismos de las democracias.

Probablemente estén en lo cierto aquellos que sostienen que los movimientos religiosos son una manifestación de reacción a la incapacidad de muchos gobiernos árabes en tratar de establecer un estado basado en la ciudadanía. Un estado basado en la ciudadanía es la manifestación de un proceso histórico, es haber transitado un “destino de pueblo” con iguales y sólidos lazos en común, y desde luego, el deseo de mantener y cultivar esos lazos de cara al futuro. En su ideología y proyectando a largo plazo, los yihadistas no quieren un estado basado en la ciudadanía pues sencillamente los dhimmis serían iguales a los musulmanes sunnies en los estados árabes, o iguales a los musulmanes chi'itas en Irán, dónde si no se es chi'ita seguramente no se lo considerara un ciudadano de primera clase.

La disputa ante la incapacidad de los regímenes árabes para establecer un estado basado en la ciudadanía ha sido de gran aporte al crecimiento de los yihadistas. En cualquier caso, la cuestión de ciudadanía no es importante para los movimientos de la yihad global.

Estos aspectos ante mencionados, se relacionan de manera relevante y juegan un papel fundamental en el pretendido dialogo y la reconciliación nacional del liderazgo político libanés donde se observa de manera recurrente por los últimos tres años que hablan del fortalecimiento del Estado “sobre la base de la ciudadanía” careciendo de soluciones. Y esto es así porque todos y cada uno de los partidos están construidos sobre “una base sectaria” y por consiguiente están limitados siendo sunnies, chi'itas, drusos o cristianos.

En otras palabras, la idea y la formación de partidos políticos sobre una base sectaria o religiosa confronta, colisiona e indefectiblemente hace naufragar la idea de construir un estado fuerte a partir de la ciudadanía. La democracia es un proceso que marca el curso histórico común y la sumatoria de un pueblo a partir de las acciones del estado que lo define y lo representa, y es allí donde se fortalecen las instituciones del propio estado, nunca habrá fortalecimiento en el poder que emane de lo sectario. Quienes psicológicamente no pueden apartarse de su cosmovisión tribal y son obviamente tribales, no tendrán otra alternativa que ser gobernados como tribus. Si son retrógrados, serán gobernados por retrógrados; si su predisposición es ser cerrados, serán gobernados por clanes; y si son sectarios, serán gobernados por sectas. Y así sucesivamente. Esto es estar inmersos en un círculo vicioso de donde no hay escapatoria ni solución a la vista.

La democracia libanesa es sectaria, es un sistema que solo garantiza cuotas de poder (presidente, cristiano maronita; primer ministro, musulmán sunnita; presidente del parlamento; chiíta y reparto de bancas en equivalencias a los drusos y sectas menores), y no una democracia basada en la ciudadanía. El régimen político en el Líbano, es cierto que previene una dictadura a través de equilibrios sectarios, pero no ha logrado -y lejos esta de hacerlo- una verdadera democracia basada en la ciudadanía y tal como se ven las cosas ella esta muy lejos de ser alcanzada.


El Estado palestino habrá de esperar


José Javaloyes

Lo ha dicho Tzipi Livni, la ministra israelí de Asuntos Exteriores de Israel en el Gobierno de Ehud Olmert y primera ministra en el Gabinete que suceda al actual cuando éste dimita. Cosa que sucederá por los cargos de corrupción que pesan contra él. Y luego de que el Kneset o Parlamento aporte la mayoría necesaria para formar el nuevo equipo gobernante en torno al partido Kadima, al que pertenecen una y otro.

Según la señora Livni, tan sutil en sus planteamientos y que puede ser tan de armas tomar como la propia Golda Meir, que gobernó con mano de hierro en los años 70 del pasado siglo, los plazos convenidos en la conferencia de Annapolis, celebrada en el otoño del año pasado, para la transformación en Estado palestino de la actual ANP (Autoridad Nacional Palestina) probablemente no podrán cumplirse. Es decir, puede no haber tal Estado antes de que llegue la próxima primavera.

El cálculo temporal lo ha hecho la figura política que tiene en sus manos más bazas para poderlo decir con más conocimiento de causa, pues en su actual condición de directora de la diplomacia judía ha llevado el peso de la accidentada agenda para los contactos negociadores mantenidos, hasta el presente, por Ehud Olmert y Abu Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina. Sabe de qué habla. La solución de los asuntos no despejados aún depende de cuáles sean los apoyos que el partido Kadima -en la derecha del espectro parlamentario israelí- obtenga para formar su propio Gobierno.

Como no podía ser otra manera, el cálculo adelantado por Livni no ha colmado precisamente de alegría a la parte negociadora palestina, que se las ve y se las desea para mantenerse en un proceso de transacciones que irritan a los nacionalistas radicales y que son rechazados en su totalidad por los islamistas de Hamas, que gobiernan de facto la franja de Gaza.

Pero no son sólo los condicionantes parlamentarios la razón de la probable demora en la institucionalización del Estado palestino, son también otros factores los que cuentan. Y a los que se ha referido explícitamente la actual ministra de Exteriores. Se trata de lo que podrían denominarse, con toda justeza, los poderes fácticos y las prácticas consolidadas desde el primer momento del Estado de Israel. Se refiere Livni a la tutela condicionante de la política formal ejercida por el Ejército y por el Mossad o servicios secretos. Siempre hasta la fecha, sobre determinadas cuestiones, la última palabra era la de estas dos referencias capitales para la seguridad del Estado judío.

En puridad, el momento que llega, ese de la conversión de la ANP en Estado palestino, es el de la final transformación de la seguridad militar en seguridad política dentro de la relación de Israel con los árabes. Aunque ello no quiere decir que el primado de ésta signifique la trivialización de aquélla. De todos modos, en el orden interno de la política israelí, el reajuste de estos poderes es tarea tan erizada de dificultades como la propia negociación del Gobierno judío con los árabes para llevar a puerto los compromisos contraídos en la Conferencia de Annapolis. En cualquier caso, lo propio del Estado de Israel es el estado crítico. Así desde que se fundó. Y más ahora, cuando se quiere fundar el Estado palestino.

lunes, 6 de octubre de 2008

Afirma que tiene 40.000 misiles


Hezbollah: Una gran sorpresa espera a Israel si ataca Líbano

Un periodista vinculado a los altos funcionarios de la agrupación terrorista Hezbollah reiteró la amenaza de que una "gran sorpresa" espera a Israel si decide iniciar otro conflicto con el grupo libanés.
Ibrahim Al-Amin, el editor del diario libanés Al-Akhbar, hizo los comentarios en una artículo publicado bajo el título "Israel está amenazando con destruir el Líbano. ¿Qué le pasará a ella en tiempo de guerra?"
Al-Amin, que normalmente utiliza fuentes fiables dentro de Hezbollah, advirtió que Israel debe considerar seriamente las consecuencias de un futuro ataque sobre Líbano.
Fue en respuesta a recientes comentarios por parte de los altos oficiales de Tzáhal que Israel utilizará "un poder desproporcionado" en su próximo conflicto con Hezbollah como lo hizo en la segunda guerra de Líbano en 2006.
"¿Cómo se imaginan que será la reacción de Hezbollah? De hecho, dice que tiene 40.000 misiles. ¿Están preparados para cosas que no han considerado, y que otros no han considerado?" preguntó Al-Amin.
"¿Quién dijo que Hezbollah no piensa en todas las opciones que el enemigo utilizará, incluidas las que se han mencionado recientemente?, comentó el periodista.

Efemerides


A 35 años de la Guerra de Yom Kipur: Un buen momento para valorar la paz con Egipto

Hoy, 6 de octubre de 2008, se conmemora el inicio de la traumática Guerra de Iom Kipur. Para los israelíes, se trato de un duro golpe que aplacó cierta soberbia provocada por la sorpréndete victoria de 1967. Para los árabes, se trato de una gran hazaña. “La Guerra de Octubre”, la llaman en el país de las pirámides. Hoy, 6 de octubre, hace 27 años, era asesinado el Presidente egipcio, Anwar El-Sadat, un valiente personaje que se atrevió a firmar la paz con Israel pero que dudosamente mostraría la decisión que muestra Mubarak en conservarla.

Durante la jornada de hoy, varios especialistas en medio oriente afirmaban que la personalidad cambiante y explosiva de Anwar El-Sadat dudosamente hubiese podido soportar la presión para romper los lazos con Israel de la misma forma que lo hace su sucesor Husni Mubarak. “Sadat era mucho más religioso que Mubarak, no habría podido hacerle frente a los Hermanos Musulmanes o a los enviados del Hamas o Al Qaeda”, afirman algunos. De hecho, Sadat fue asesinado justamente porque siendo él una persona religiosa era considerado un traidor al Islam, mucho más que Mubarak que es considerado laico. “Sadat era mucho menos centralista y dictatorial que Mubarak, no iba a poder aplacar la oposición como lo hace el actual presidente”, reafirman otros.

El Egipto, el vicepresidente es una figura central ya que es el brazo ejecutor del todo poderoso presidente. En el Egipto de Sadat, el vicepresidente fue Husni Mubarak, un antiguo jefe de la aviación egipcia cuyo nombramiento fue especialmente sorpresivo. En el Egipto de Mubarak, no existe la figura del vicepresidente y el propio Husni ha nombrado de facto a su hijo para sucederle copiando el sistema dictatorial (y si se quiere “real”) de sus pares en Siria.

Para mostrar cierto espíritu del gobierno Mubarak vale la pena recordar el ejemplo del redactor en jefe del periódico egipcio A-Doustour que había publicado informaciones sobre su decadente estado de salud en 2007. Este último había sido inculpado de difusión de informaciones mentirosas por lo que había sido procesado y encarcelado. A último momento, el presidente egipcio se arrepintió de su decisión, deduciendo el "respeto al derecho de expresión".

Husni Mubarak fue entrevistado por el periódico militar “Fuerzas Armadas” de su país en ocasión de este nuevo aniversario de la guerra. Vale la pena traducir al español sus palabras: “La guerra de Octubre abrió la puerta a la paz, al crecimiento y a la estabilidad que nos permitió ver un nuevo horizonte para esta nación. La paz le dio la posibilidad a esta nación de hacer frente a los actuales desafíos”, dijo Mubarak.

El presidente de Egipto señaló que el “terror pone en peligro la estabilidad de nuestro país y la región”. Vale la pena recordar que Egipto sufre de fuerzas terroristas placadas a la fuerza (Hermanos Musulmanes y sus posibles brazos armados), Al Qaeda que deambula por la zona, Jizballah que le pasa armas del Hamás desde el Sinai y el propio Hamas que intenta romper los controles fronterizos y hacer y deshacer en el Sinai como si tratase de otro de los territorios bajo control fundamentalista.

Durante la entrevista, Mubarak negó la afirmación que el presidente prefiere a la Autoridad Nacional Palestina (lease Fatah o Mahmoud Abbas) en vez del Hamás. “Nuestro país sirve de mediador. No tomamos parte de un lado a costa del otro, sino que pretendemos colaborar y no impondremos nuestro parecer a nadie”. Puede que no impongan su parecer pero mostarse como “objetivos”, cuando se trata de una fuerza laica (afin a sus necesidades) frente a fundamentalistas, resulta poco creíble.

Hoy, Egipto intenta evitar activamente el paso de armas a través del paso de Filadelfia. Si en Israel se sospechaba que difícilmente se podía esperar que Mubarak haga el trabajo sucio de Israel, lo cierto es que en las últimas semanas los medios de comunicación nos informan de no pocas operaciones de las fuerzas de seguridad egipcias para volar los túneles por donde se trafican armas, explosivos y hasta animales de zoológico (hace poco los palestinos intentaron “pasar” un tigre).

Quizás lo hagan con menos intensidad que Israel. Quizás tengan menos medios. Pero hoy, a 35 años de la Guerra de Iom Kipur, debe valorarse el hecho que los intereses de ambos países se acercan aunque la paz siga siendo fría y distante.

domingo, 5 de octubre de 2008

Livni defienda la continuacion del proceso de paz iniciado en Annapolis


Palestinos e israelíes mostraron su determinación de alcanzar un acuerdo antes de que acabe el mandato de George W. Bush el 20 de enero próximo

Livni recibió hace menos de dos semanas el encargo del presidente israelí para formar un nuevo Gobierno en Israel, tras la dimisión de Olmert por sospechas de corrupción

La ministra israelí de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, defendió este domingo el proceso de paz con los palestinos de Annapolis e insistió, en su primer discurso público desde su elección como jefa del partido Kadima, en que las negociaciones deben continuar. "Los procesos diplomáticos deben continuar", dijo la ministra en un discurso en la sesión inaugural de la primera Conferencia de Política Estratégica del Ministerio israelí de Exteriores. "No dejéis que fechas circunstanciales y cambios políticos interrumpan procesos responsables", pidió a los participantes al manifestarles la importancia que tienen para ella las negociaciones de paz que se iniciaron en noviembre del 2007 en la conferencia de Annapolis (EEUU)

En aquella cita, las partes mostraron su determinación de alcanzar un acuerdo antes de que acabe el mandato del presidente de EEUU, George W. Bush, el 20 de enero próximo, plazo que parece inalcanzable debido al inminente cambio de Gobierno en Israel.

Livni recibió hace menos de dos semanas el encargo del presidente israelí, Simón Peres, para formar un nuevo Gobierno en Israel, tras la dimisión del aún primer ministro Ehud Olmert por sospechas de corrupción. La de este domingo fue la primera comparecencia de la ministra de Exteriores desde que el 17 de septiembre fue elegida como jefa del partido Kadima.

En la sesión inaugural de la conferencia participó también el jefe de la diplomacia palestina Riad El Malki, que lamentó que Israel no haya cumplido sus obligaciones en el proceso de Annapolis. "En Annapolis -dijo- nos prometieron que en el 2008 tendríamos un estado independiente y que habría un acuerdo de paz entre Israel y los palestinos. Creímos lo que nos dijeron, que este año sería diferente, pero estamos en octubre y (los palestinos) estamos perdiendo la esperanza", declaró El-Malki respecto a el retraso en las negociaciones.

Y advirtió que la alternativa a un acuerdo es lo que está ocurriendo en Gaza, donde el movimiento islamista Hamas se ha hecho con el control de la franja por la fuerza. "Hamas rechaza negociar, y nosotros tenemos que mostrarle a la gente que ahora lo que debemos hacer es negociar", declaró.

"Como acordamos en Annapolis"

Livni, que ha estado a la cabeza del equipo negociador israelí el último año, no entró en detalles sobre las quejas de su colega palestino, y se limitó a expresar su voluntad de que las negociaciones continúen "como acordamos en Annapolis". "Nada está acordado hasta que todo está acordado", recordó acerca de la fórmula sobre la que trabajan las dos partes, y pidió a su contraparte palestina que "las negociaciones prosigan entre nosotros y no en los titulares de la prensa".

Según el diario israelí Haaret z, el objetivo de la conferencia que se inició este domingo en Jerusalén, y que durará tres días, es fortalecer en la sociedad la postura conciliadora del Ministerio de Exteriores, frente a la más estricta de la Inteligencia Militar y de los otros cuerpos de seguridad del Estado y el Ministerio de Defensa.

Fuentes diplomáticas israelíes dijeron al diario que la idea es poner fin al histórico monopolio que los organismos de seguridad tienen sobre la política exterior de Israel, al aconsejar al Gobierno cuáles deben ser las pautas de su diplomacia. Esta es una postura que Livni mantiene desde hace años.

Entre los participantes estuvieron también el ministro de Exteriores de Francia, Bernard Kouchner, su ex colega de Alemania, Joschka Fischer, miembros del cuerpo diplomático israelí acreditado ante otros gobiernos, y diputados de la Comisión parlamentaria de Asuntos Exteriores y Seguridad.