Es necesario primero reconocer la legitimidad del Estado de Israel, nacido de una decisión internacional sobre una tierra perdida por el Imperio Turco. Nunca fue reconocida por el mundo árabe y este es el principio de todos los males que presenciamos hoy, estamos refiriéndonos a seis décadas atrás.
Todo habría sido diferente si en ese momento los árabes de la región hubieran aceptado la presencia de un estado judío y creado el suyo. Desde entonces Israel enfrentó varias guerras, todas DEFENSIVAS, todas las ganó tomando territorios que devolvió a cambio de paz en tratados subscritos con Egipto y Jordania. No pudo hacerlo con Siria y retuvo los Altos del Golán porque afecta directamente a su seguridad, a tiro de fusil, y no ha podido suscribir con ella ningún tratado de paz. Retiene Jerusalem porque es la esencia del alma judía, los árabes la arriesgaron y perdieron, eso fue algo inesperado. En ambos casos no fue Israel quien provocó y los hechos no pueden volverse atrás.
Israel no es un estado invasor como el estado alemán del nazismo, no es cruel con sus opositores, no mata por motivos étnicos, no persigue a otras religiones, no pretende avanzar más allá de su legítimo territorio, no quiere guerra. Israel no es un estado nazi como se lo quiere presentar a la opinión pública.
A partir de estas verdades indiscutibles, podemos analizar cuál es el conflicto de los israelíes con los árabes palestinos de la región.
Cuando los estados árabes atacaron al recién creado Estado de Israel, a los árabes que vivían dentro de su territorio se les indicó que lo abandonaran para no sufrir las acciones que se iban a emprender contra un estado que estaban seguros derrotarían. Se fueron con las llaves de sus casas porque se les prometió que pronto volverían, pero como Israel pudo sobrevivir los árabes que se fueron quedaron sin hogar y desde entonces nadie se hizo cargo de ellos. Los que quedaron dentro del Estado de Israel hoy gozan de todos los beneficios como cualquier ciudadano y no tienen ningún interés en dejar de serlo. Obviamente, esta es una síntesis con ligeras variantes que no cambian lo substancial.
Hace sesenta años que los árabes de Palestina sostienen una relación conflictiva con los israelíes, agravada por el adoctrinamiento de cada nueva generación a quien se le enseña que Israel les arrebató su tierra. Y no es verdad.
Siempre ha habido un delicado equilibrio entre estos dos pueblos, dentro del estado y fuera de él, que obligó a Israel a proteger la seguridad de sus habitantes cuando arreciaron los atentados, de allí la construcción del muro para que no se infiltraran los terroristas y los puestos de control dentro de Cisjordania por la misma razón. Esto es muy difícil de soportar por los árabes de la región, lo viven como una ofensa y es comprensible, la enorme mayoría no son terroristas pero Israel no tiene alternativa, esto frenó los atentados casi completamente.
Cada vez que pudo Israel se retiró unilateralmente de los territorios conquistados esperando que hubiera paz, lo hizo en Líbano desde donde ahora lo ataca Hezbollah; lo hizo en Gaza, desde donde ahora lo ataca Hamás. No hay reclamo legítimo por parte de Hamás, pero desde allí se ataca a los ciudadanos israelíes y se ha convertido en un territorio enemigo. Pretenden la destrucción del Estado de Israel y la ocupación de su territorio no por sus propios medios, nunca lo lograrían, sino usando a su propio pueblo como víctima para impedir los legítimos ataques de Israel contra un enemigo que no ceja en sus pretensiones. Los medios de todo el mundo son sus aliados, porque hoy las guerras se ganan cuando los diarios callan lo que deberían denunciar y publican lo que deberían condenar. Los organismos internacionales hacen lo suyo, es como si el mundo se hubiera detenido en el momento en que arreciaba el antisemitismo que ahora está renaciendo como en su mejor época.
Estos sí son nazis, quieren destruir un estado y apoderarse de él, matan a sus opositores, persiguen a otras religiones y están tan locos como lo estaba Hitler. No tienen límites, el mundo es su enemigo, el Islam es la ley y todo lo demás debe estar bajo su control; el mismo delirio.
¿Y donde encaja el pueblo palestino en este panorama? Son víctimas de este adoctrinamiento desde que nacen, algunos pueden creerlo por su religión, otros por ignorancia, pero sus peores enemigos son la gente que debería guiarlos hacia la aceptación de que Israel existe y no será vencido. Y creo que la mayoría debe querer vivir como sus hermanos de Israel, ser respetados, mandar a sus hijos a la escuela, tener una vida normal. Esos palestinos deben ser liberados por el mundo y no se los ayudará sosteniendo y legitimando a Hamás, aunque todos declaman que Hamás es un movimiento terrorista. ¿En qué quedamos? Con Hamás no hay trato posible, es inútil que quieran acoplarlo a la Autoridad Palestina, que también tiene pretensiones imposibles de ser aceptadas como "la iniciativa de paz árabe".
Sin embargo, hay otra gente que sabe, que es inteligente y que vive de la generosidad de un mundo que los provee de todo. Esos son los verdaderos culpables de que esta situación empeore día a día. Veo a embajadores, voceros y defensores de Palestina en todos los foros, entrevistas, escenarios internacionales. Palestina, un país que no existe, un país que no produce nada, viven del engaño en que mantienen a su pueblo desde hace 60 años. En vez de arremangarse como hicieron los judíos para construir su estado de la nada, se han dedicado a mentirles, a odiar y a hacerles creer que alguna vez podrán obtener alguna victoria. Y es el mundo quien los alimenta para que puedan tener una vida espléndida. Todavía me pregunto qué castigo tuvo Hamás por lo que le provocó a su pueblo y no encuentro ninguna respuesta.
¿Se puede creer algo más absurdo? ¿O es que el mundo está poniéndose del lado conveniente porque supone que habrá otro Masada... o lo promueve?
Ana.
Todo habría sido diferente si en ese momento los árabes de la región hubieran aceptado la presencia de un estado judío y creado el suyo. Desde entonces Israel enfrentó varias guerras, todas DEFENSIVAS, todas las ganó tomando territorios que devolvió a cambio de paz en tratados subscritos con Egipto y Jordania. No pudo hacerlo con Siria y retuvo los Altos del Golán porque afecta directamente a su seguridad, a tiro de fusil, y no ha podido suscribir con ella ningún tratado de paz. Retiene Jerusalem porque es la esencia del alma judía, los árabes la arriesgaron y perdieron, eso fue algo inesperado. En ambos casos no fue Israel quien provocó y los hechos no pueden volverse atrás.
Israel no es un estado invasor como el estado alemán del nazismo, no es cruel con sus opositores, no mata por motivos étnicos, no persigue a otras religiones, no pretende avanzar más allá de su legítimo territorio, no quiere guerra. Israel no es un estado nazi como se lo quiere presentar a la opinión pública.
A partir de estas verdades indiscutibles, podemos analizar cuál es el conflicto de los israelíes con los árabes palestinos de la región.
Cuando los estados árabes atacaron al recién creado Estado de Israel, a los árabes que vivían dentro de su territorio se les indicó que lo abandonaran para no sufrir las acciones que se iban a emprender contra un estado que estaban seguros derrotarían. Se fueron con las llaves de sus casas porque se les prometió que pronto volverían, pero como Israel pudo sobrevivir los árabes que se fueron quedaron sin hogar y desde entonces nadie se hizo cargo de ellos. Los que quedaron dentro del Estado de Israel hoy gozan de todos los beneficios como cualquier ciudadano y no tienen ningún interés en dejar de serlo. Obviamente, esta es una síntesis con ligeras variantes que no cambian lo substancial.
Hace sesenta años que los árabes de Palestina sostienen una relación conflictiva con los israelíes, agravada por el adoctrinamiento de cada nueva generación a quien se le enseña que Israel les arrebató su tierra. Y no es verdad.
Siempre ha habido un delicado equilibrio entre estos dos pueblos, dentro del estado y fuera de él, que obligó a Israel a proteger la seguridad de sus habitantes cuando arreciaron los atentados, de allí la construcción del muro para que no se infiltraran los terroristas y los puestos de control dentro de Cisjordania por la misma razón. Esto es muy difícil de soportar por los árabes de la región, lo viven como una ofensa y es comprensible, la enorme mayoría no son terroristas pero Israel no tiene alternativa, esto frenó los atentados casi completamente.
Cada vez que pudo Israel se retiró unilateralmente de los territorios conquistados esperando que hubiera paz, lo hizo en Líbano desde donde ahora lo ataca Hezbollah; lo hizo en Gaza, desde donde ahora lo ataca Hamás. No hay reclamo legítimo por parte de Hamás, pero desde allí se ataca a los ciudadanos israelíes y se ha convertido en un territorio enemigo. Pretenden la destrucción del Estado de Israel y la ocupación de su territorio no por sus propios medios, nunca lo lograrían, sino usando a su propio pueblo como víctima para impedir los legítimos ataques de Israel contra un enemigo que no ceja en sus pretensiones. Los medios de todo el mundo son sus aliados, porque hoy las guerras se ganan cuando los diarios callan lo que deberían denunciar y publican lo que deberían condenar. Los organismos internacionales hacen lo suyo, es como si el mundo se hubiera detenido en el momento en que arreciaba el antisemitismo que ahora está renaciendo como en su mejor época.
Estos sí son nazis, quieren destruir un estado y apoderarse de él, matan a sus opositores, persiguen a otras religiones y están tan locos como lo estaba Hitler. No tienen límites, el mundo es su enemigo, el Islam es la ley y todo lo demás debe estar bajo su control; el mismo delirio.
¿Y donde encaja el pueblo palestino en este panorama? Son víctimas de este adoctrinamiento desde que nacen, algunos pueden creerlo por su religión, otros por ignorancia, pero sus peores enemigos son la gente que debería guiarlos hacia la aceptación de que Israel existe y no será vencido. Y creo que la mayoría debe querer vivir como sus hermanos de Israel, ser respetados, mandar a sus hijos a la escuela, tener una vida normal. Esos palestinos deben ser liberados por el mundo y no se los ayudará sosteniendo y legitimando a Hamás, aunque todos declaman que Hamás es un movimiento terrorista. ¿En qué quedamos? Con Hamás no hay trato posible, es inútil que quieran acoplarlo a la Autoridad Palestina, que también tiene pretensiones imposibles de ser aceptadas como "la iniciativa de paz árabe".
Sin embargo, hay otra gente que sabe, que es inteligente y que vive de la generosidad de un mundo que los provee de todo. Esos son los verdaderos culpables de que esta situación empeore día a día. Veo a embajadores, voceros y defensores de Palestina en todos los foros, entrevistas, escenarios internacionales. Palestina, un país que no existe, un país que no produce nada, viven del engaño en que mantienen a su pueblo desde hace 60 años. En vez de arremangarse como hicieron los judíos para construir su estado de la nada, se han dedicado a mentirles, a odiar y a hacerles creer que alguna vez podrán obtener alguna victoria. Y es el mundo quien los alimenta para que puedan tener una vida espléndida. Todavía me pregunto qué castigo tuvo Hamás por lo que le provocó a su pueblo y no encuentro ninguna respuesta.
¿Se puede creer algo más absurdo? ¿O es que el mundo está poniéndose del lado conveniente porque supone que habrá otro Masada... o lo promueve?
Ana.